Un cortocircuito ocurre cuando la corriente eléctrica toma un camino no deseado, generalmente debido a un cable pelado o una conexión defectuosa. Esto puede causar un aumento repentino en la corriente, generando calor y pudiendo provocar un incendio. 

Se produce cuando se conecta demasiados aparatos eléctricos a un mismo circuito, superando su capacidad. Esto puede hacer que los fusibles se fundan o que salte el interruptor automático, interrumpiendo el suministro eléctrico. 

Una fuga de corriente se produce cuando la electricidad se desvía de su camino y fluye hacia tierra a través de un camino no deseado, como a través de una persona o un objeto conductor. Esto puede ser peligroso y causar descargas eléctricas.

Un arco eléctrico es una descarga eléctrica que se produce cuando la corriente fluye a través del aire entre dos conductores. Esto puede generar mucho calor y provocar incendios.

El aislamiento de los cables eléctricos puede deteriorarse con el tiempo debido al calor, la humedad o daños físicos. Esto puede exponer los conductores y aumentar el riesgo de cortocircuitos, fugas de corriente o arcos eléctricos.

Un cableado defectuoso, ya sea por una instalación incorrecta o por el envejecimiento de los cables, puede causar una variedad de problemas eléctricos, como cortocircuitos, sobrecargas, fugas de corriente o caídas de tensión.